Educar es más que aprender o traspasar contenidos de una generación a otra. Educar es acompañar a cada alumno en el camino de convertirse en una persona única, no sólo por sus talentos intelectuales sino también por su carácter, su estilo de vida y su compromiso con lo que le rodea. Las denominadas COMPETENCIAS BÁSICAS que se han incorporado a nuestro diseño curricular son la mejor manera de hacer competentes a nuestros alumnos en todas aquellas situaciones que deberán afrontar en un futuro cercano.
Ellos serán competentes en el momento en el que demuestren su conocimiento y resolución en situaciones de vida real. Tomarán decisiones, afrontarán nuevos retos y conflictos, su capacidad de solventar problemas sera una seña de identidad, así como el hacer uso de un comportamiento adecuado y acertado para con ellos y para con los demás. De todo esto se desprende que las COMPETENCIAS BÁSICAS se convierten en modos de clasificar los conocimientos siguiendo las experiencias que necesitan cuando se ponen en marcha. ¿Qué necesitamos para poder hacer esto?. Es necesario manejar información para comprenderla y utilizarla, necesitamos actitudes que nos ayuden a enfrentarnos a esas experiencias según los ámbitos en los que cada persona se desenvuelve. Al final los contenidos y las competencias deben ir juntos para lograr un aprendizaje eficaz.
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